Cuando el miedo y la ansiedad apaguen tu luz y no te permitan ver más allá de la oscuridad, por favor no cedas.
Recuerda que la vida no te ha olvidado.
Permitirá que te caigas, pero estará ahí para tenderte su mano. Agárrate sin miedos y levántate más fuerte que nunca.
Después de todo, aunque no sepas dónde conducirá todo esto, puede que esas experiencias te lleven al cambio que necesitas.
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